Desde que comenzó el año, estadísticamente matan a un periodista por semana, el móvil es el mismo, las razones no dista mucho una de otra, sin embargo, el hecho de que las autoridades no atiendan la situación, llena de frustración a cada medio de comunicación del país.
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México desde hace
algunos sexenios se ha posicionado como uno de los países más peligrosos para
ejercer el periodismo a nivel mundial. Gobiernos van y otros vienen y la cruda
y dura verdad para la comunidad de informadores es la misma. Hablemos de lo
nacional, de lo actual, durante el presente gobierno, se han registrado cerca
de 37 periodistas asesinados en lo que va del sexenio, sin embargo, en lo que
va del 2022, apenas hasta la mitad de marzo, han sido 8 los comunicadores que
han sido asesinados ¿qué está pasando entonces?
No hay de otra,
tal como los antecesores, los periodistas pueden ser o un buen amigo, ese al
que se le paga con chayote, o una piedra en el zapato. Tal parece que, en la
actualidad, el presidente ha hecho caso omiso a los que son una piedra en el
zapato para sus administraciones, sea estatal o municipal.
Recordemos los
casos de Margarito y de José Luis Gamboa, periodistas que se les arrebató la
vida a escasos metros de su domicilio, sin embargo, al no existir antecedentes
de amenazas a su persona, tal parece que los casos fueron de menor impacto. ¿será?...
Lourdes Maldonado,
periodista radicada en el norte del país que al haber recibido amenazas de
allegados al gobernante de la entidad donde radicó, viajó hasta la mañanera de
Andrés Manuel López Obrador para exigir por su seguridad, sin embargo, el
ocupante de palacio nacional solo “le dio por su lado” y las consecuencias
fueron una periodista que murió a causa de ¿ser periodista?
Existen grupos armados, cuyos cabecillas deben ser liberados para no poner en riesgo la seguridad nacional, existen un sinfín de grupos delincuenciales que ponen en jaque a los gobernantes de cada entidad del país, o se sirven de ellos para hacer y deshacer a su modo, pero, ¿ser periodista en México es motivo de persecución?
Se han registrado en la historia del país un sin número de casos iguales, y tristemente seguirán existiendo, hoy por hoy, ser periodista, se ha convertido en uno de los trabajos más peligrosos a nivel nacional.
Seamos claros,
existe también la contraparte, donde los comunicadores se sirven a manos llenas
del chayote para únicamente aparecer en una nómina, en donde prefieren enterrar
la decencia, ya no profesional, sino personal, con tal de ser el amigo de… a
ellos, pareciera no afectarles la situación actual, y si así fuera, no se
pueden pronunciar al respecto porque prefieren la paga antes que la solidaridad
con sus colegas informantes.
La rama, el
medio, la audiencia, es indistinta, hoy en día, no queremos ser una estadística
más en las bajas de una ciudad o país, porque la verdad no se calla matando
periodistas.