JOVENES CONSTRUYENDO Y PATRONES DESTRUYENDO EL FUTURO.
ALVIN YAKITORI.
Estamos en tiempo de campañas políticas, todos, o casi todos estamos
inundados de lonas y propaganda publicitaria llena de propuestas y soluciones que,
en unos meses, tendrán miles de excusas. Bien o mal, la población espera mínimo recibir un poco de apoyo en forma de programas sociales que beneficien al
sector popular que, en verdad, mucha falta hace…
Hablando en específico de programas sociales, desde la silla presidencial y
todo el que hace posible dar legalidad a los apoyos gubernamentales, todos
conocemos el mentado Jóvenes construyendo el futuro, el de los ninis pues…
En Zacapu, no nos es indiferente este tema, puesto que alguna mayoría de
empresas, chicas o grandes, figuran en este programa de apoyo económico-laboral,
no obstante, y al igual que todo el gremio político, a la hora de la hora, es
el billete el que habla.
Hablemos de Zacapu entonces, el apoyo económico y laboral es excelente si
es que se orienta de manera adecuada, el joven se acerca, trabaja y el gobierno
le paga, el patrón es quien presta su negocio para capacitar a los jóvenes sedientos
de futuro y hasta sale beneficiado, pues no está obligado a pagar un centavo de su bolsa, solo prestar su negocio para que se desempeñe como un trabajador más, por
un año por lo menos. Fácil, ¿no?...
Lastimosamente, todo esto se ha visto mermado por los intereses monetarios
y codíciales de algunos empleadores gandayas locales, pues si 4,310 pesos en la
actualidad no son nada, habrá que sumarle que los responsables del centro de
trabajo, piden su moche...
Y está bien, la otra cara de la moneda es que hay becarios que, al ser
NINIS, no les interesa ganar 1,500 pesos al mes mientras no deban mover ni un
dedo, pero desmadran a los jóvenes que realmente necesitan una fuente de empleo
para velar por bases más o menos sólidas para un futuro.
Da risa y tristeza como es que los empleados y dueños de algunos negocios
locales se presten a estas actividades, pues en primera, no deja de ser algo
que va en contra de los términos y condiciones del programa, en segunda si el patrón
puede ahorrarse un varo y mejor aún, se chinga un poco ¿por qué habrá de
ofrecer un mejor sueldo y empleo por más de un año?, y no menos importante, ¿Qué
les depara el destino laboral a los mayores de 28 años que ya no perfilan para
este tipo de programas si es que una gran mayoría de negocios solo contratan
por este medio?
Todo este meollo sin duda pone en tela de juicio la honradez, tanto de
dueños o patrones, como de empleados que se prestan a estos fines, sin deberla
ni temerla al final del día a unos se le abren las puertas por un periodo
corto de tiempo, y luego se les cierran otras cuantas, y al paso que vamos, la economía
no perdonará algo de tal magnitud.
La opinión aquí expresada no incluye a toda la
población y es mera expresión de quien escribe, no se tome de manera personal.
Yo no soy un periodista, Alvin Yakitori.
Abril 30 2021.